Por siglos, el sueño de descubrir vida más allá de la Tierra ha fascinado a la humanidad. Gracias al Telescopio Espacial James Webb (JWST), ese sueño podría, pronto, hacerse realidad.

Uno de los hitos más importantes en esta búsqueda de otras formas de vida en el planeta llegó esta semana gracias al telescopio espacial James Webb, que se encuentra a 11 billones de kilómetros de distancia de nuestro vecino estelar más cercano. El telescopio finalmente ve Proxima Centauri b, un exoplaneta potencialmente habitable que orbita la estrella enana roja Proxima Centauri. Y este descubrimiento no es nuevo, pero al menos es emocionante. Incluso podría significar algo importante en la campaña para buscar vida en otras partes de nuestro universo.

Proxima Centauri b: todo lo que sabemos hasta ahora

Proxima Centauri b es un exoplaneta descubierto en 2016. Este exoplaneta se descubrió dentro de la zona habitable de su estrella madre, Proxima Centauri. Mucho más allá de 4,24 años luz de la Tierra. Eso es bastante justo en términos cósmicos, pero aún así es una distancia asombrosa de 11 billones de kilómetros de nosotros. Lo que hace que Proxima Centauri b sea tan notable es que se encuentra en la «zona Goldilocks» de su estrella, la región en la que las condiciones pueden permitir la existencia de agua líquida, lo que lo convierte en un candidato ideal para la habitabilidad.

Ya sabían que Proxima b era una realidad, pero no tenían mucha información detallada sobre este objeto. Ahora, con una sensibilidad sin precedentes junto con la capacidad infrarroja del Webb para observar el universo, los científicos comienzan a desvelar algunos de los secretos mejor guardados sobre este planeta.

Breakthrough con James Webb: nuevos conocimientos sobre Proxima b

Las observaciones de Proxima Centauri b realizadas con el telescopio espacial James Webb han sido monumentales debido a su capacidad de realizar observaciones del espectro infrarrojo, recogiendo así datos sobre la atmósfera, la composición de la superficie y, posiblemente, si hay agua en el planeta. Los primeros informes indican que Proxima Centauri b puede ser mucho más prometedora de lo que se esperaba inicialmente. 

El descubrimiento más interesante hasta la fecha ha sido la posibilidad de que exista vapor de agua en la atmósfera del planeta. Si se confirma, será una excelente señal de que Próxima Centauri b podría ser el lugar adecuado para albergar vida. Una atmósfera, especialmente una que contenga vapor de agua, demuestra que estamos un paso más cerca de determinar si un planeta es habitable o no. Esto ha dado un excelente impulso a los investigadores de la comunidad científica, así como a los interesados ​​en la vida más allá de la Tierra, y no sin alguna esperanza de que esto ocurra.

¿Era posible que Próxima Centauri b contuviera vida?

Las probabilidades de que Próxima Centauri b contuviera vida fueron uno de los factores que motivaron a los científicos a emprender investigaciones sobre él. La masa del planeta sería aproximadamente 1,17 veces la de la Tierra, lo que lo convertiría en un planeta rocoso como la Tierra. Este planeta orbita su estrella en poco menos de 11 días, bastante más rápido que la Tierra orbita alrededor del Sol, pero Próxima Centauri es mucho más frío y más oscuro que nuestro Sol. Por lo tanto, el planeta se encuentra en la zona perfecta donde las temperaturas pueden permitir la presencia de agua líquida, un ingrediente muy importante para la vida, tal como la conocemos.

El problema es que Próxima Centauri es una enana roja, y las enanas rojas son las peores en cuanto a erupciones solares gigantescas. Esas erupciones despojarían de su atmósfera al planeta o lo bombardearían con radiación, lo que haría mucho menos probable la vida tal como la conocemos. Pero nuevos datos del Webb ofrecen esperanzas de que Próxima Centauri b pueda tener una atmósfera protectora o un campo magnético que la proteja de esas erupciones solares dañinas.

Incluso podría ser un candidato ideal para la vida microbiana o, al menos, para las condiciones para su desarrollo si Proxima Centauri b ha protegido su atmósfera.

La búsqueda de biofirmas: ¿qué sigue?

El telescopio James Webb explora las atmósferas y también busca lo que los científicos denominan «biofirmas», huellas químicas que la vida deja a su paso. Entre ellas se encuentran gases como el oxígeno, el metano y el dióxido de carbono, que suelen ser indicadores de actividad biológica.

Si el Webb puede medir estas biofirmas en Próxima Centauri b, seguramente será la prueba más contundente de que no estamos solos. Incluso si no hay evidencia directa de vida, este planeta será uno de los mejores lugares para buscar vida fuera de nuestro sistema solar si mantiene una atmósfera estable y agua líquida.

¿Por qué este descubrimiento es tan importante?

En todo su esplendor, Proxima Centauri b, junto con esta nueva capacidad para estudiarla al estilo Webb, tiene enormes implicaciones para la ciencia, así como para la futura exploración del espacio. Una de esas implicaciones es que pronto nos encontraremos un poco más cerca de responder quizás una de las preguntas más profundas que se haya hecho la humanidad: ¿estamos solos en el universo?

Además, dado que Próxima Centauri b está relativamente cerca de la Tierra, es uno de los mejores candidatos para una ronda de misiones interestelares. Actualmente, ya existen proyectos como Breakthrough Starshot, que tienen la idea de construir pequeñas naves espaciales que deberían ser lanzadas en dirección a algunas de las estrellas más cercanas a la Tierra, incluida Próxima Centauri, a velocidades extremadamente altas. La evidencia de vida, o al menos de habitabilidad en Próxima b, será la razón principal para que las misiones a Próxima b ganen impulso y urgencia.

El futuro de la exploración de exoplanetas

El telescopio espacial James Webb está recibiendo un flujo constante de nuevas revelaciones sobre la vida en otras partes del universo. ¿Cómo se comparan esos mundos con el nuestro, como Proxima Centauri b? Ya se han descubierto miles de exoplanetas, pero decenas de miles siguen ocultos; todavía queda mucho más por descubrir, y los poderosos instrumentos a bordo del Webb van a revolucionar todo esto una vez más.

Por eso, nos recuerda que con cada nuevo descubrimiento, el cosmos está aún tan lleno de misterios y que cada nuevo paso que damos para encontrar los resultados reales para resolverlos nos acerca a la comprensión del cósmico sin siquiera intuir cosas aún por descubrir.

Cualquier cosa que guarde para su futura vida como ser consciente o como una roca solitaria, dirá mucho sobre Próxima b, ubicándose en la toma de decisiones sobre futuras misiones e investigaciones durante cientos de años.

Conclusión: Un adelanto de lo desconocido

Tal vez la mayor victoria en la búsqueda de vida sea que el telescopio James Webb nos trae ahora Proxima Centauri b, el planeta más cercano a la Tierra, que también ofrece tentadoras posibilidades de vapor de agua y atmósfera: se lo considera uno de los exoplanetas más fascinantes. Cuantos más datos lleguen y más nos acerquemos a investigar este mundo distante, quién sabe, tal vez finalmente encontremos algo de vida real fuera de nuestro propio sistema solar después de todo.

Y hasta ahora todo bien, Webb ha cumplido una vez más y ha enviado a la humanidad a los límites de lo conocido y ahora nos desafía a enfrentar de frente ese desconocido cósmico, desde 7 billones de millas de distancia.