Por qué NO ESTÁ PERMITIDO VISITAR MERCURIO a pesar de estar más cerca de la Tierra
¿Por qué Mercurio, siendo uno de los vecinos más cercanos a la Tierra, está realmente «fuera de los límites» para una visita humana?
Mercurio es uno de los planetas más fascinantes cerca del Sol y el más pequeño de nuestro sistema solar. Su misteriosa superficie, sus temperaturas extremas y su peculiar órbita siguen fascinando a los científicos desde hace muchos años. Mientras tanto, aunque Mercurio es vecino de nuestra Tierra, ninguna agencia espacial podría considerar enviar una expedición humana allí, lo que hace muy difícil imaginar que un ser humano pueda visitar este enigmático planeta. ¿Por qué Mercurio, siendo uno de los vecinos más cercanos a la Tierra, está realmente «fuera de los límites» para una visita humana?
Varios factores científicos, ambientales y tecnológicos hacen que visitar Mercurio sea un desafío abrumador. A continuación, se enumeran las principales razones por las que no se permite el aterrizaje de seres humanos en este planeta aparentemente accesible, al menos no todavía.
1. Temperaturas extremas
Mercurio está tan cerca del Sol que las temperaturas extremas son increíblemente brutales. La temperatura del planeta puede alcanzar los 430 °C (800 °F) durante el día, lo suficientemente caliente como para fundir el plomo, y cae a -180 °C (-290 °F) por la noche sin ninguna atmósfera significativa que contenga el calor, cayendo más de 600 grados en cuestión de horas.
Esto se convierte en un enorme desafío para una misión tripulada. La nave espacial y los trajes que usarán los astronautas tendrían que ser resistentes tanto al calor como al frío, aunque se trata de requisitos muy diferentes. Es extremadamente difícil diseñar una tecnología que pueda adaptarse a tal rango y, al mismo tiempo, mantener a los exploradores humanos a salvo de las temperaturas extremas.
2. Atmósfera más delgada que el aire:
Mercurio posee una atmósfera muy delgada y débil llamada exosfera, a diferencia de la Tierra. Está formada básicamente por oxígeno, sodio, hidrógeno, helio y potasio. No tiene protección contra la radiación solar ni contra los impactos de pequeños meteoroides porque tampoco lo protege de los cambios extremos de calor. En otras palabras, no hay nada para respirar y no tiene protección contra los fuertes rayos del Sol.
No existe una atmósfera adecuada para protegerse de la radiación solar y los rayos cósmicos letales. Cualquier misión que dure más de un día o dos requeriría una protección a gran distancia para proteger a los astronautas de estos riesgos, lo que haría que cualquier nave espacial con destino a Mercurio fuera extremadamente pesada y difícil de diseñar.
3. Condiciones de radiación solar severas
Mercurio, que es el planeta más cercano al Sol, recibe una radiación solar mucho más intensa que el resto de planetas de nuestro sistema solar. No tiene atmósfera que bloquee estos rayos nocivos, ya que Mercurio no posee atmósfera.
Estas tormentas solares son una explosión de radiación causada por la actividad del Sol y representarían una amenaza continua. Los astronautas estarían expuestos a un riesgo infinitamente mayor de exposición a la radiación en comparación con cualquier otra misión en la historia, incluidas las misiones a la Luna o Marte. Los riesgos graves para la salud, incluidos el cáncer, el daño neurológico e incluso la muerte, persistirían en virtud de los largos períodos de exposición a niveles tan altos de radiación.
4. Gravedad y velocidad
La gravedad en Mercurio es aproximadamente un 38% tan fuerte como la de la Tierra; por lo tanto, tiene una gravedad mucho más débil. Si bien esto puede parecer una ventaja para los astronautas, plantea dificultades para el aterrizaje y el despegue: una menor gravedad dificultaría el control de la nave espacial en general y las maniobras de aterrizaje y ascenso en particular. Además, debido a que Mercurio orbita alrededor del Sol a una distancia de aproximadamente la distancia del Sol a la Tierra, la nave espacial también tendría que lidiar con fuertes fuerzas de marea, fuerzas gravitacionales debidas a la fantástica gravitación del Sol.
Además, viajar a Mercurio requeriría viajar a velocidades relativamente altas debido a su rápida velocidad de órbita y su proximidad al Sol. Disminuir la velocidad desde tal punto para un aterrizaje controlado sería significativamente más problemático en comparación con otros cuerpos como la Luna o Marte, donde las fuerzas gravitacionales son mucho más débiles.
5. El problema del costo y el combustible
El acceso a Mercurio es extremadamente complicado. Si bien es el planeta más cercano a la Tierra en términos de distancia, llegar a Mercurio es un proceso mucho más complejo que viajar a Marte. Mercurio orbita tan cerca del Sol que una nave espacial en órbita debe superar agresivamente la poderosa atracción gravitatoria del Sol para reducir la velocidad lo suficiente como para ingresar con éxito a la órbita de Mercurio.
Las naves espaciales necesitan una enorme cantidad de combustible para contrarrestar la atracción de la gravedad del Sol y evitar que sean absorbidas por éste. Una misión tripulada a Mercurio de estas características no será barata. Será muy cara en comparación con las misiones a Marte o a otros destinos más lejanos, como los planetas exteriores.
6. Escasez de recursos
Sin embargo, Mercurio ofrece un paisaje árido que no ofrece muchos tesoros naturales. Es un hecho que más de la mitad de sus zonas áridas no ofrecen nada de valor para los astronautas en términos de potenciales recursos naturales. En Marte, los científicos ahora descubren que este planeta rojizo contiene hielo de agua y minerales que podrían perfectamente sustentar la vida humana, al menos no en Mercurio. Su clima es duro y su falta de atmósfera hace imposible la recolección de recursos o la colonización.
No hay indicios de depósitos significativos de hielo de agua ni de otros recursos que serían útiles para mantener la vida o una colonia autosuficiente. Todos los recursos tendrían que provenir de la Tierra, lo que haría que cualquier misión a largo plazo fuera más compleja y costosa.
7. Valor científico limitado
Aunque estudiar Mercurio desde el punto de vista astronómico y geológico es maravilloso, una misión tripulada no podría aportar mucho más valor científico que los vuelos a otros planetas o lunas, como Marte o Europa. Las misiones robóticas, como MESSENGER y BepiColombo de la NASA, que llegarán próximamente a Mercurio, han proporcionado mucha más información científica sobre la composición de su superficie y su atmósfera que cualquier misión tripulada, sin el coste de transportar humanos al planeta.
Considerando el peligro, el costo y las capacidades tecnológicas, probablemente enviar astronautas a Mercurio no sería lo primero en la lista de prioridades, ya que hay lugares en el sistema solar con potencial científico.
Conclusión: Por qué no nos espera Mercurio en un futuro próximo
Aunque es vecino de la Tierra, Mercurio sigue siendo un mundo desolado y hostil para los habitantes humanos. Las temperaturas extremas, la falta de atmósfera, las peligrosas radiaciones solares y las limitaciones tecnológicas son razones de sobra para que la visita a Mercurio esté prohibida o, al menos, no sea posible por el momento.
Mientras las misiones robóticas continúan observando a distancia, los exploradores tripulados se centran en otros planetas del sistema solar para estudiar, como Marte o la Luna, con mayores posibilidades de descubrimiento científico e incluso de colonización. Hasta que surja esa tecnología y ese método para combatir el entorno hostil de Mercurio, el planeta más cercano al Sol seguirá estando fuera del alcance de los astronautas.
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